viernes, 20 de julio de 2012

Un botón en la punta del deseo


Nadie se atreve a colocar un botón en la punta del deseo.
Siempre el miedo se inmiscuye y no permite estirar la mano.
Hay una forma, dicen, para lograrlo.
Pero nadie la ha probado.
Hoy lo haré porque estoy harto.
El mundo me propuso cara o cruz.
Mientras todos sigan confundiendo el botón con una moneda
preferiré seguir de abstinencia.
Pero hoy creo decir basta.
Dibujaré una escalera saltarina.
Le pondré resortes cósmicos.
Apretaré fuerte el botón para que no se me caiga en el vuelo.
Y cuando todo esté listo para despegar te pediré una cosa:
La clave. El secreto. La forma. Un beso.

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