sábado, 11 de enero de 2014

Raymond

 
Son las 22:45 de un miércoles. Recién entro a mi casa. Esta semana me cambiaron los horarios así que salgo más temprano de trabajar. Prendo la notebook, abro la ducha y me pongo a ordenar un poco las cosas que tengo tiradas por todos lados: zapatos, facturas impagas, libros, platos sucios, camisas, vasos. Me saco la ropa, pongo música en Grooveshark y entro a bañarme. Siento que suena el timbre así que salgo, todo mojado, a atender el portero. Es Raymond.

 
Mi grupo de amigos de la infancia siempre tuvo la costumbre de inventarle varios sobrenombres a una misma persona. No sé de dónde habrá salido pero la cuestión es que a mí se me pegó incluso con quienes no pertenecen al grupo. Raymond es en realidad Ramiro. Quedó como una norteamericanización de su nombre –si es que tal cosa existe- y además, porque es el nombre de pila de un pensador culturalista de apellido Williams que a ambos nos encanta.