miércoles, 10 de abril de 2013

El hueco del abrazo


Una mano que brota de la tundra 
me arranca del navío.
Hoy me toca volver.
Volver a lo impredecible.

El devenir permanente de la espera.
El tiempo sin tiempo.
La máscara antihumo en la ciudad.
El extrañamiento del paisaje.
La lluvia es un te lo dije, lento y brutal.
La paciencia forzada.
Especular posibilidades.
Sacar cuentas, regatear, por favor.
La probabilidad del desastre.
El fantasma del fracaso.
El gusto amargo del tal vez.
La derrota por metonimia.
Las señales del ya fue.
Un TL inmóvil.
Ni ganas de escribir.
La revancha injusta.
La foto de perfil.
El hueco del abrazo.
El miedo a que el miedo no se vaya.

Volver a mirar el mundo.
Volver a ponerme los ojos tristes.
Volver a lo inestable.
Volver a leer las pesadillas.
La duda, sin certezas, el porrazo.
Volver a dudar.
Volver a perder.
Volver a volver.

El eterno anuncio del fin del mundo.
La espera y volver a esperar.
El socorro que se atraganta.
Volver a aprender.
Aprender a aguantar.
Aprender a inventar un mundo violeta.
Aprender a esperar.
Aprender a aprender.

Nada puede ser peor. Todo puede ser peor.

Es temprano aún. Falta mucho.
¿Cuánto?
Ok, Andrés. Ya es tarde.
Andá.
Volvé a volver. Volvé a aprender.
No te voy a matar.
Todavía no.
Soy más cruel.
Prefiero regalarte el horror:
La incertidumbre.